Voy a ser sincero. Bayside es mi grupo favorito desde que tenía 11 años. Llevo su logotipo tatuado en el brazo izquierdo. Escucho sus discos repetidamente durante los vuelos y los viajes por carretera. Cuando estaba en el instituto y castigado, sufrí una de mis primeras quemaduras de sol verdaderamente horribles después de mentir para salir de casa y verlos tocar en la gira Zumiez Couch Tour. Al ser de Queens, Nueva York, Bayside tiene muchos seguidores en el noreste y un culto leal autoproclamado en todo el mundo. Desde que me mudé de Baltimore, la oportunidad de verlos en directo se ha vuelto mucho más rara. Su aparición en Mavericks fue la primera vez en años que tocaban como banda completa en Jacksonville, Florida. Los fans de Jacksonville tuvieron la oportunidad de ver una actuación en solitario del líder Anthony Raneri el año pasado, pero este era el esperado regreso de Bayside.
En esta fecha de la gira, se unieron a Bayside Hot Rod Circuit y Say Anything, dos grupos que, como Bayside, se han ganado fieles seguidores de la música alternativa durante la década de 2000. Hot Rod Circuit trajo a Mavericks esa noche una energía que hizo las delicias del público. Este quinteto de Alabama lleva veinte años interpretando su propia versión del rock alternativo emo. Aunque no hacen la música más pegadiza o impactante, ofrecieron un espectáculo sólido antes de que Say Anything y Bayside subieran al escenario.
Después de que Hot Rod Circuit abandonara el escenario y Say Anything se preparara, Max Bemis se acercó al micrófono. En esta gira, Bayside y Say Anything se alternaban como cabezas de cartel. Es lógico. Cada uno de ellos ha desarrollado su propio culto durante las dos últimas décadas, con millones de fans de las escenas emo y alternativa de todo el mundo. Fui al concierto con ganas de ver tocar a Say Anything. Nunca fui un fan acérrimo, pero me encantaban temas como "Wow (I Can Get Sexual Too)" Alive With The Glory of Love" y "Shiksa (Girlfriend)" cuando las escuché en la MTV, en los álbumes recopilatorios del Warped Tour y en Hot Topic. Desde luego, tenía muchas ganas de verlos actuar en directo.
Say Anything no tocó "Wow (I Can Get Sexual Too)". No tocaron su canción más popular, ni como apertura, ni como bis, ni una sola vez en toda la noche. Bemis ya estaba sudoroso y obviamente borracho cuando salió al escenario. Al parecer, tiene un historial de esto, llegando incluso a vomitar en el escenario en el pasado. A veces el alcohol puede hacer que la gente sea más divertida, más extrovertida y más agradable. Max Bemis era más como el tío borracho de alguien del que nadie habla, el que cree firmemente que el turno de día en el club de striptease es el mejor lugar para un almuerzo buffet. Su actuación se resintió por ello. La voz no era buena.
De algún modo, a nadie pareció importarle. Los fans de Say Anything cantaron lealmente, riendo y aplaudiendo los extraños comentarios racistas de Bemis ("Soy judío. Si mi voz te parece demasiado judía, Anthony de Bayside es italiano. Es algo así como judío"). Dio las gracias al público, balbuceando que sabía que estaba en Florida pero no en qué ciudad y que no estaba seguro de si Bayside había tocado ya o no. Mi hermana vio la fecha de la gira en Orlando un par de días después y dijo que estaba igual de borracho. Afortunadamente Bayside tocó primero esa noche, y ella, junto con varias otras personas, se fue temprano.
Cuando Say Anything abandonó el escenario, había un zumbido mágico en el aire. Bayside es un culto, un culto autoproclamado y leal de amigos y fans de todo el mundo que se unen para estos conciertos. El líder Anthony Raneri salió al escenario resplandeciente en un único haz de luz blanca, rodeado de niebla, mientras rasgueaba los acordes iniciales de "They Looked Like Strong Hands". Es uno de esos clásicos del rock and roll que producen escalofríos cuando se hacen bien. El público se unió para corear palabra por palabra este éxito clásico de Bayside. Es uno de sus temas más suaves, que se traduce perfectamente en acústico.
Cuando Raneri actúa, aporta al escenario una autenticidad inigualable. Su voz tiene la calidad de un álbum en directo, pero al mismo tiempo es como si fuera la primera vez que sus palabras y sentimientos brotan de sus labios. Su presencia en el escenario es humilde pero segura. Bayside combina la honestidad del emo con la energía del punk y la habilidad que permite a un artista trascender géneros. Se preocupan por ofrecer a sus fans la mejor actuación posible cada noche y, a cambio, sus fans forman uno de los mejores públicos en directo.
Su foso es siempre sólido. El centro del público estalló desde el momento en que terminó "They Looked Like Strong Hands". En el foso de Bayside no se baila el hardcore; la gente se ayuda a levantarse y los fieles seguidores del punk se sienten como en casa. Cuando terminó el concierto, salí a la lluvia torrencial, con el hombro sangrando rojo por la espalda, un moratón violeta en la espinilla y una amplia sonrisa en la cara. Bayside te hará querer pasarte cada canción en el foso y cada palabra gritando con ellos. Es un aprecio mutuo que existe entre la banda y su fiel culto de fans.
Tocaron temas de toda su discografía, centrándose en los éxitos y en los temas que más gustan al público. Tocaron "Blame it on Bad Luck", "Masterpiece", "Devotion and Desire", "Duality", "Sick, Sick, Sick" y "They're Not Horses, They're Unicorns", además de algunos temas nuevos. A pesar de la larga lista de canciones, me quedé con ganas de más. Si hubieran tocado otra actuación completa esa noche, los fans se habrían quedado, cantando lealmente otras veinte canciones más oscuras de su repertorio.
Esa noche hubo un marcado contraste entre Max Bemis y Anthony Raneri. Raneri sabía en qué sala estaba, dio las gracias amablemente al público y prometió volver pronto a Jacksonville. Era muy consciente de dónde estaba y de que era el cabeza de cartel de una sala abarrotada.
Bayside es una banda que no pone trucos en el escenario. No tienen trajes locos, lanzamientos de guitarra o chistes vulgares. Son hombres hechos y derechos que han dedicado la práctica y la concentración necesarias para ganarse un público devoto. Bayside es una secta.
