El lugar: El Gruene Hall de New Braunfels (Texas), un rústico granero del norte de Texas. Se agotaron las entradas. Está claro que es una fiesta de las que hacen bailar a los pies de los caballos. El invitado de honor: La banda de Kiefer Sutherland. Me había familiarizado con el álbum "Down In a Hole" durante las cuatro horas de viaje. Después de escucharlo varias veces (es bastante pegadizo), me pregunté si el Sr. Sutherland estaba bien, ya que contiene cosas bastante oscuras. Entonces caí en la cuenta: "Down In a Hole" y todo eso. Tiene sentido.
Me quité el polvo de los vaqueros y me dirigí hacia el escenario, observando cómo la banda se pavoneaba por la entrada trasera del local, repleta de fans. Kiefer sonrió y saludó cortésmente a sus fans, que clamaban por ver al actor convertido en músico. Cuando subió al escenario, estaba claramente en casa. Se notaba que la ansiedad y el miedo que dijo haber sentido en sus primeras actuaciones sobre el escenario habían desaparecido hace tiempo. El público se sabía toda la letra y se mostraba más entusiasmado con cada canción interpretada. "Truth in Your Eyes" puede que sea mi favorita, y con una breve historia le dijo al público: "Nunca estáis solos. No importa lo profundo que te metas en un agujero, hay gente que te quiere. Nunca estás solo".
Así de fácil, me convertí en fan. Gracias, Kiefer, por la música. Sigue así.
